Criptomonedas: Las memecoins caen a su nivel más bajo desde 2022

Durante varios meses, las señales se han multiplicado. Los indicadores del mercado cripto apuntan en una sola dirección: el desplome de las memecoins. Lo que antes era el motor de la euforia especulativa, ahora parece perdido. Falta de inspiración, caída de la liquidez, desinterés masivo… los síntomas están presentes. ¿Pero ya deberíamos hablar de desaparición? ¿Es el fin de una era o solo un cruce por el desierto? Un intento de respuesta en un universo tan volátil como viral.

Las memecoins ya no le causan gracia a nadie: una caída sin red de seguridad

En el universo cripto, la dominancia de las memecoins es un termómetro emocional al punto de ser consideradas una burbuja lucrativa. Sin embargo, el mercurio se desplomó: el mercado de memecoins entra en una verdadera era de hielo, con la dominancia en su nivel más bajo en varios años.

Según CryptoQuant, su participación en el mercado de altcoins cayó de 0,11 a finales de 2024 a solo 0,04, un regreso a los niveles de 2022.

Y el fenómeno no es de nicho: todos los subsectores están afectados. Desde estrellas como DOGE, SHIB o PEPE hasta memes culturales o políticos, ninguna categoría resiste. CoinGecko lo confirma: desde el pico a fines de 2024, la caída es general y continua.

Aún más preocupante: ninguna rotación narrativa llena el vacío. Esto es inédito en el mercado cripto. Normalmente, un tema reemplaza a otro. ¿Hoy? Nada. Incluso la especulación minorista ha desaparecido.

Ki Young Ju, CEO de CryptoQuant, resumió la situación en un tuit contundente: “los mercados de memecoins están muertos“.

“¿Muertas? Solo hibernando”: ¿un entierro demasiado apresurado para las memecoins?

Pero no todos comparten esta visión lúgubre. Bajo el tuit de Ki Young Ju, las reacciones contrastan fuertemente. Para algunos, esta caída es una señal de compra disfrazada.

Un usuario responde: 

¿Muertas? Solo hibernando. Siesta de mercado alcista.

Una forma de recordar que las memecoins suelen desaparecer solo para volver mejoradas.

Otros, como RunnerXBT, incluso interpretan la situación como una oportunidad y la consideran una de las señales más alcistas de la semana. Esta lectura contracorriente se basa en la historia del mercado cripto: los ciclos se repiten y los períodos aburridos suelen ser fases de acumulación.

Las memecoins, ancladas en la cultura de Internet, pueden renacer a partir de un simple buzz o un tuit de Elon Musk. Si bien la dinámica actual es diferente, su potencial de rebote sigue intacto. La duda se instala: ¿realmente hay que enterrarlas?

El mercado cripto en pausa, pero no sin latidos

Mientras algunos tocan la campana fúnebre, otros buscan señales débiles. Y algunos números dan esperanza. Según CoinGlass, el Open Interest (OI) de los futuros sobre DOGE, SHIB y PEPE subió con fuerza: +4%, +8% y +3%. Prueba de que el minorista está volviendo lentamente al ruedo.

Los indicadores técnicos confirman este movimiento. DOGE se consolida entre $0,133 y $0,1568, una ruptura alcista podría llevarlo a $0,1810. El RSI sube lentamente hacia la zona neutral, el MACD lo sigue, señal de un regreso gradual de la demanda.

Misma tendencia para SHIB y PEPE. Sus curvas se mueven horizontalmente pero los soportes se mantienen. Si el umbral de $0,00000900 para SHIB se supera, podría comenzar una nueva fase alcista. Así, el mercado cripto parece suspendido, a la espera de un catalizador.

Puntos clave sobre el colapso de las memecoins

• 0,04: nivel actual de dominancia de las memecoins, equivalente al de 2022 (CryptoQuant);
• +8%: aumento del Open Interest de SHIB, señal de regreso del minorista (CoinGlass);
• 2024-2025: caída sincronizada de todas las categorías de memecoins;
• $2,5 millones: liquidaciones largas en DOGE en 24h – más que las cortas;
• Cero relevo narrativo: ningún sector toma la posta.

Sería imprudente descartar las memecoins de un plumazo. En agosto pasado, tras un crash repentino, demostraron que podían ser las primeras en reiniciar la máquina cripto. Su comunidad y potencial viral siguen intactos. Este silencio actual puede ser solo la calma antes de la tormenta.