La inevitabilidad del boom de x402

La Internet de los agentes inteligentes funcionará sobre la verdad verificable, y la moneda es solo el comienzo.

Escrito por: binji

Traducción: AididiaoJP, Foresight News

La civilización puede escalar porque los humanos pueden confiar implícitamente, pero los agentes de IA no pueden.

La única manera en que pueden construir una sociedad de agentes es a través de un libro mayor de la verdad, es decir, la blockchain.

La moneda siempre es lo primero que se registra en el libro mayor, porque es la forma más simple de verdad que necesita ser mantenida:

• Quién posee qué
• Quién le pagó a quién.

Por eso los primeros estándares de IA, como AP2 de Google y el primitivo X402 apoyado por Coinbase y Ethereum Foundation, comienzan con los pagos.

El primer paso es que los agentes necesitan una forma de intercambiar valor, pero eso es solo el comienzo.

Los humanos dependen de la memoria, la reputación y las señales sociales no expresadas para decidir en quién confiar, pero los agentes no tienen esto, así que cada acción debe ser verificada y cada declaración debe ser probada.

Estándares como ERC-8004 empiezan a delinear cómo funciona esto: un registro compartido donde los agentes pueden anclar identidad, reputación y verificación.

Esto ocupa un espacio mínimo en la blockchain, pero es suficiente para que las máquinas se descubran entre sí y sepan con quién están tratando.

Una vez que esto está en su lugar, el camino es claro:

• Primero los pagos, porque la moneda es el registro más claro.
• Luego la identidad y la reputación, para que los agentes puedan tener confianza al interactuar entre sí.
• Después la coordinación y los contratos, permitiendo mercados y acciones colectivas entre agentes.

¿Por qué blockchain y no simplemente cualquier sistema distribuido?

Porque la blockchain está diseñada para entornos adversos, donde:

• Cada registro es verificable
• Cada cambio de estado es transparente
• El consenso puede surgir sin que los participantes confíen previamente entre sí.

Las bases de datos pueden replicar datos, los sistemas con permisos pueden compartir registros, pero nada de eso impide que los agentes mientan, censuren o reescriban la historia. Solo la blockchain ofrece una neutralidad confiable: ningún participante único tiene la llave del libro mayor, nadie puede editarlo unilateralmente.

Para nosotros, los humanos, esta diferencia puede parecer sutil, porque llevamos confianza implícita en la mayoría de nuestras interacciones. Pero para los agentes, es cuestión de supervivencia: cuando una máquina interactúa con otra, no puede leer el lenguaje corporal, no puede intuir la reputación, no hay un sistema judicial al que recurrir. Toda su confianza proviene de la verificabilidad, y la blockchain está construida precisamente para eso: una memoria pública, solo de adición, donde la identidad puede anclarse y la confianza puede construirse.

La Internet de los agentes inteligentes funcionará sobre la verdad verificable, y la moneda es solo el comienzo. El objetivo final es construir una civilización de agentes que se comuniquen, confíen y compartan recursos a través de la blockchain.

Ahora tenemos el hardware, tenemos el software, es hora de desarrollar el componente de confianza.