El fantasma de la bifurcación dura es invocado en Bitcoin

El 25 de septiembre un medio difundió unos presuntos mensajes privados de Luke Dashjr, mantenedor de Bitcoin Knots y del pool OCEAN, en los que el desarrollador manifestó estar «considerando una bifurcación dura para implementar un comité multisig de confianza que pueda alterar retrospectivamente la blockchain para eliminar contenido ilícito».

Según la publicación, Dashjr habría admitido que la estrategia actual de «vigilar el mempool» no sería suficiente para impedir que nodos almacenen material CSAM (Child Sexual Abuse Material, o material de abuso sexual infantil).

Este tipo de contenido, aunque extremadamente marginal en la red, ha sido parte de debates técnicos por su potencial de insertarse en datos adjuntos de transacciones.

El reporte detalla que la propuesta implicaría un cambio de consenso en Bitcoin. En concreto, se establecería un comité multisig con «potestad de revisar transacciones y sustituir cualquier dato identificado como CSAM por una prueba de conocimiento cero (zero-knowledge proof, ZKP)».

De esa manera, los operadores de nodos podrían eliminar el contenido de sus equipos y, al mismo tiempo, mantener la validez criptográfica de las transacciones afectadas.

En uno de los mensajes atribuidos a Dashjr, se lee: «Ahora mismo las únicas opciones son que Bitcoin muera o que tengamos que confiar en alguien».

Esa postura, expuesta por el medio en cuestión, se distancia del principio de inmutabilidad que caracteriza a la red, dado que introduciría un mecanismo de censura retroactiva administrado por un grupo reducido de participantes.

Luke habría dicho «“Ahora mismo las únicas opciones son que Bitcoin muera o que tengamos que confiar en alguien”. Fuente: The Rage.

¿Qué opina Luke Dasj sobre un fork en Bitcoin?

Horas antes de la publicación del artículo, Dashjr, en una encuesta en X en la que se preguntaba si era necesario un fork en Bitcoin escribió: «Si tenemos apoyo de la comunidad, no es necesario un fork. Si no lo tenemos, un fork no es posible».

Si bien no pareciera estar eliminando al 100% la posibilidad de un fork, esa declaración se contradice con lo publicado por el medio.

En sus redes sociales, Dashjr rechazó las acusaciones y negó haber planteado un hardfork. «La verdad es que no he propuesto un hardfork ni nada por el estilo, y estos malos actores solo buscan difamarme e intentar socavar mis esfuerzos por salvar a Bitcoin nuevamente», escribió en un hilo de X.

También respondió directamente a una publicación del medio, acusándolo de tergiversar sus posiciones: «Para rematar, tienen que fabricar ‘lo que Luke piensa’, y no se conforman con representar honestamente lo que realmente pienso (que a menudo sigue siendo polémico)».

En otra publicación, calificó el reporte como «noticia falsa difamatoria» y aseguró que su verdadero objetivo es «derrotar el ataque de Core30 difundiendo conciencia para que nadie actualice a esa versión».

Incluso llegó a advertir que, de dejar Bitcoin en manos de sus críticos, la red «dejaría de existir cuando Core30 la convierta en una plataforma para compartir archivos CSAM».

La noción de una bifurcación dura en Bitcoin plantea implicancias técnicas y políticas de gran alcance.

Como lo explicó CriptoNoticias, esa circunstancia no pareciera estar cerca, aunque si la disputa entre los defensores del cliente Knots contra los de Core creciera, podría cambiar el escenario.

Una hardfork supone un cambio en las reglas de consenso que divide la red entre quienes adoptan las nuevas normas y quienes permanecen en la versión previa, lo que puede derivar en dos cadenas distintas.

En este caso, el punto en discusión sería si debe existir o no un ente autorizado para modificar retroactivamente la red.