La "máquina de imprimir dinero presidencial" de Trump: dos mandatos, una lluvia de millones

Cuando Trump voló al Reino Unido a fines de julio para reunirse con el primer ministro británico Starmer y la presidenta de la Comisión Europea von der Leyen, el presidente de Estados Unidos actuó como anfitrión: la reunión se llevó a cabo en su campo de golf Trump Turnberry, ubicado en la costa suroeste de Escocia.

Durante lo que la Casa Blanca denominó un “viaje de trabajo”, Trump combinó negociaciones comerciales y discusiones sobre los conflictos en Ucrania y Gaza con la promoción de sus propios negocios. En la conferencia de prensa conjunta con Starmer el 28 de julio, Trump habló extensamente sobre la lujosa renovación que realizó en Turnberry tras comprarlo en 2014.

En el último día de su visita a Escocia, Trump voló con Starmer a Aberdeen, donde inauguró un nuevo campo de golf en un resort de Trump. En la ceremonia de corte de cinta, flanqueado por sus dos hijos que gestionan su imperio empresarial, Trump dijo sobre el campo: “Espero que Escocia y todos fuera de Escocia puedan disfrutarlo durante muchos años”.

Se estima que este viaje costó a los contribuyentes estadounidenses varios millones de dólares en transporte, seguridad y alojamiento en propiedades de Trump, ejemplificando cómo la empresa familiar de Trump se beneficia de su cargo presidencial.

Los críticos sostienen que las transacciones comerciales de Trump incentivan al presidente a alinear sus políticas en asuntos exteriores y regulación tecnológica con sus propios intereses económicos. Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, su patrimonio neto asciende a 6.4 mil millones de dólares.

Además, Trump ha despedido a funcionarios que podrían oponerse, incluyendo al jefe de la Oficina de Ética Gubernamental y a varios inspectores generales federales que supervisaban internamente las agencias.

Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Levitt, declaró: “La continua intención de los medios de fabricar conflictos de interés es irresponsable y aumenta la desconfianza del público en lo que lee. El presidente y su familia nunca han estado, ni estarán, involucrados en ningún conflicto de interés”.

¿Es jugador y árbitro al mismo tiempo?

Al inicio de ambos mandatos, Trump rompió con el precedente seguido por todos los presidentes desde 1978, al negarse a deshacerse de sus activos o transferir sus participaciones a un fideicomiso ciego aprobado por la Oficina de Ética Gubernamental. Dichos fideicomisos son gestionados por fiduciarios independientes que no informan a los beneficiarios sobre su administración.

El vasto imperio empresarial de Trump fue colocado en un fideicomiso, pero no uno ciego, sino gestionado por sus hijos Donald Trump Jr. y Eric Trump.

Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, el conglomerado empresarial Trump Organization, supervisado por sus hijos, ha obtenido millones de dólares en ganancias de criptomonedas y ha concretado acuerdos inmobiliarios en el extranjero con empresas propiedad o vinculadas a gobiernos extranjeros.

El propio Trump también ha promovido su propio meme coin y ha utilizado su plataforma social como su “altavoz” preferido.

Durante su primer mandato, Trump prometió que sus empresas no buscarían nuevos acuerdos extranjeros mientras estuviera en el cargo. Esta vez, su prohibición solo se extiende a acuerdos directos con gobiernos extranjeros, sin impedir nuevos proyectos en el extranjero con empresas extranjeras.

Trump Organization ya ha concretado acuerdos para nuevas propiedades en Medio Oriente y Asia, desarrollando hoteles de marca, residencias, campos de golf y bienes comerciales, mientras Trump negocia acuerdos con gobiernos anfitriones sobre temas como tarifas arancelarias y el intercambio de tecnología avanzada de inteligencia artificial.

Trump Organization y su socio en Medio Oriente, la empresa saudí Dar Global, han colaborado con empresas estatales en la región tanto antes como después de la asunción de Trump.

Trump también tiene intereses económicos en varios proyectos de criptomonedas. Tiene un acuerdo de licencia con Fight Fight Fight LLC, que comenzó a vender su meme coin de Trump el 17 de enero, pocos días antes de su toma de posesión. En su primer día completo de operaciones, la moneda alcanzó una capitalización de mercado superior a 27 mil millones de dólares.

Según el sitio web de esta última, la empresa de Trump, CIC Digital LLC, que gestiona las regalías de sus NFT, comparte el 80% del meme coin con Fight Fight Fight LLC.

World Liberty Financial, fundada por Trump y sus tres hijos, promueve la stablecoin USD1. En mayo anunció que el fondo de inversión MGX, con sede en Abu Dhabi, eligió USD1 para completar una inversión de 2 mil millones de dólares en Binance, y que Trump también se beneficiará de la venta de esos tokens.

Según la firma de inteligencia cripto Inca Digital, en un esfuerzo por impulsar el precio y las ventas de su meme coin, Trump asistió en mayo a una cena organizada por Fight Fight Fight para sus 220 mayores tenedores, quienes gastaron en total 148 millones de dólares para calificar al evento. Sin embargo, pocas horas después de la cena, realizada en el club de golf Trump en la región de Washington, el precio comenzó a caer.

Al responder sobre la cena, Levitt dijo: “Cualquiera que sugiera que el presidente se está beneficiando de su cargo es absurdo”.

Preocupación de los críticos: los intereses comerciales de Trump superarán los intereses nacionales

Incluso mientras Trump dirige el gobierno federal, su empresa familiar negocia activamente con entidades afectadas por las decisiones de su administración o se enfrenta a ellas.

Los críticos sostienen que, al hacer negocios con Trump Organization, las entidades pueden obtener un canal para influir en la política estadounidense, lo que genera preocupación de que Trump, como presidente, sopese qué es lo más conveniente para él como empresario. El presidente de Estados Unidos está exento de las leyes de ética que exigen a los funcionarios deshacerse de activos para evitar posibles conflictos de interés.

Algunas empresas extranjeras, algunas financiadas por gobiernos o fondos soberanos, buscan acuerdos con la empresa de Trump mientras sus líderes nacionales tienen intereses diplomáticos, militares y comerciales urgentes que requieren la atención de Estados Unidos.

Trump Organization está desarrollando proyectos internacionales: una empresa conjunta con Omran Group, propiedad del gobierno de Omán, para desarrollar un resort y campo de golf de 500 millones de dólares anunciado en 2024; un acuerdo en abril con Dar Global y Qatari Diar, propiedad final del fondo soberano de Qatar, para desarrollar un club de golf y resort de marca cerca de Doha; y proyectos inmobiliarios en Riad y Yeda, Arabia Saudita.

Antes del viaje de Trump a Medio Oriente en mayo, Trump Organization anunció públicamente nuevos proyectos en la región, como el acuerdo con Qatar, y promocionó proyectos anteriores como el de Omán.

En abril, tras aumentar los aranceles a las importaciones vietnamitas, su gobierno negoció un nuevo acuerdo comercial con Vietnam, mientras Trump Organization cerraba acuerdos en ese país. Buscó la aprobación del gobierno local para un resort de 1.5 mil millones de dólares en la provincia de Hung Yen y la obtuvo a mediados de mayo. Ese mes, Eric Trump visitó Ciudad Ho Chi Minh para discutir la construcción de un rascacielos con funcionarios locales.

Los proyectos de criptomonedas abren otra vía para invertir en Trump. La empresa de logística Freight Technologies, Inc. compró 20 millones de dólares de su meme coin y declaró en un comunicado que la compra le permitiría diversificar sus tenencias de criptomonedas y le proporcionaría “una forma efectiva de abogar por un comercio justo, equilibrado y libre entre México y Estados Unidos”.

¿Se puede supervisar eficazmente a Trump?

En febrero de este año, Trump despidió al jefe de la Oficina de Ética Gubernamental, responsable de garantizar el cumplimiento de las leyes de divulgación y conflicto de intereses. Trump no nombró a un reemplazo que requiriera confirmación del Senado, sino que designó a un “aliado” para dirigirla temporalmente: la representante comercial de Estados Unidos, Greer.

La Casa Blanca también despidió a más de una docena de inspectores generales, alegando “cambios de prioridades”, quienes tenían la tarea de investigar conductas indebidas de funcionarios federales. También fue removido el jefe de la Oficina del Asesor Especial, encargado de proteger a los denunciantes. Trump ha nombrado a aliados cercanos en los puestos más altos del FBI y el Departamento de Justicia, los cuales son responsables de procesar violaciones a las leyes de conflicto de intereses.

Trump aún no ha emitido una orden ejecutiva que establezca los estándares de conducta ética de su gobierno, ni ha impuesto restricciones al cabildeo de sus funcionarios tras dejar el cargo. Durante décadas, la mayoría de los presidentes han emitido sus propias directrices éticas, y Trump también lo hizo en su primer mandato.

En febrero, Trump suspendió la aplicación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), que prohíbe a las empresas estadounidenses sobornar a funcionarios extranjeros para obtener negocios. Dijo que los casos de FCPA perjudicaban la competitividad de las empresas estadounidenses en el extranjero.

¿Qué reglas de conflicto de interés se aplican al presidente de Estados Unidos?

La ley federal de ética no exige que Trump se deshaga de sus activos, pero desde su promulgación en 1978, todos los presidentes anteriores lo han hecho voluntariamente. El presidente de Estados Unidos también está exento de una norma que prohíbe a los funcionarios federales aprovechar su cargo para beneficio personal, incluyendo respaldar productos, servicios o empresas comerciales.

Estados Unidos cuenta con leyes penales contra el soborno; sin embargo, la Corte Suprema falló en julio de 2024 que el presidente goza de inmunidad frente a procesos judiciales por actos oficiales.

Si los miembros del Congreso acusan a Trump de violar la ley, pueden intentar destituirlo mediante un proceso de impeachment. Pero esto requiere mayoría en la Cámara de Representantes para iniciar el juicio y dos tercios del Senado para condenarlo, aunque el Partido Republicano de Trump controla ambas cámaras.

¿Por qué no hay grandes protestas públicas?

En comparación con su segundo mandato, los críticos de Trump hicieron mucho más ruido sobre la supuesta corrupción durante su primer mandato, aunque ahora los posibles conflictos de interés son mucho mayores.

En su segundo mandato, Trump ha actuado rápidamente en múltiples frentes, incluyendo inmigración, bufetes de abogados, agencias gubernamentales independientes, USAID, el Departamento de Educación, universidades y socios comerciales de Estados Unidos. Esto ha obligado a sus opositores a elegir sus batallas selectivamente.