Autor: Wajahat Mughal
Traducción: TechFlow
“Perdiste todo tu tiempo y esfuerzo.”
— Agosto de 2025, alguien me lo dijo.
Esta es una foto de los primeros libros que tomé prestados en mi primera semana como estudiante de medicina, pero nunca los abrí ni los leí realmente.
Déjenme contarles una pequeña historia. Hace casi diez años, comencé mis estudios en la facultad de medicina. En ese momento, solía pensar en lo que quería hacer en el futuro. Los libros de la foto los saqué de la biblioteca, y los casos de la primera semana empezaban con embriología y anatomía; la emoción era real. Pensaba en el vasto campo de la medicina, imaginaba mi vida como médico y las decisiones que tendría que tomar después de graduarme.
El atractivo de la carrera médica radica en su diversidad:
-
Puedes ser práctico como un cirujano de trauma;
-
Enfocarte en la tecnología, como en el diagnóstico por imágenes;
-
Centrarte en la comunicación, por ejemplo, en medicina familiar o psiquiatría;
-
O combinar varios elementos a través de la medicina de emergencias o medicina aguda;
-
Y hay docenas de otras especialidades, cada una con su propia perspectiva, características, ventajas y desventajas.
En ese entonces, inicialmente quería ser cirujano y pensaba que la oftalmología también era genial. Pero pronto me di cuenta de que la anatomía no era para mí; aunque era bueno con las manos, descubrí que no disfrutaba pasar tiempo en el quirófano. Después quise entrar en radiología, luego en medicina general (medicina familiar), e incluso consideré brevemente la gastroenterología. El punto es que en ese momento solo veía la medicina como mi único camino, sin considerar ninguna otra posibilidad.
Capturando una hermosa puesta de sol durante un ajetreado turno de cirugía después de graduarme.
Nunca pensé que trabajaría en el sector financiero, y mucho menos en criptomonedas y finanzas descentralizadas (Crypto/DeFi). Pero la vida siempre está llena de cambios. Experimenté cosas nuevas, conocí nuevos amigos, exploré nuevos hobbies, y en un abrir y cerrar de ojos, casi diez años después, estoy en el punto de partida de hoy. De hecho, cuando recién entré a la facultad de medicina, ni siquiera tenía idea de qué era una criptomoneda. Mirando hacia atrás, desde aquel entonces hasta ahora, el viaje ha sido asombroso.
Hace unos días, en un evento, alguien me dijo: “Perdiste todo tu tiempo y esfuerzo al dejar la medicina.” En los últimos años, he escuchado muchas frases similares, ya que fui reduciendo mi práctica médica para dedicarme al mundo cripto. Entiendo que a veces estos comentarios surgen por preocupación por la seguridad y la estabilidad, pero están equivocados. Si tuviera que resumirlo en una palabra, sería “capital humano”. Todo el aprendizaje, las experiencias, el desarrollo de habilidades y la acumulación de memoria me han convertido en quien soy hoy. ¡Eso no desapareció! Para mí, esto incluye desde habilidades de comunicación hasta pensamiento crítico, capacidad de memoria y la habilidad real de tratar pacientes agudos o crónicos. Estas capacidades siguen siendo parte de mí.
La falacia del costo hundido
El mensaje principal que quiero transmitir es: no caigas en la falacia del costo hundido. En medicina, veo esto muy a menudo, y quizás algunos de ustedes también lo hayan experimentado. El hecho de que hayas invertido mucho tiempo y esfuerzo en algo no significa que debas dedicarle toda tu vida.
La falacia del costo hundido es nuestra tendencia a aferrarnos a algo —ya sea emocional, financiera, educativa o psicológicamente— incluso cuando hay mejores oportunidades disponibles. Por ejemplo: invertiste en una altcoin recién lanzada, que en su momento se consideraba la próxima gran cosa, y pusiste algo de dinero allí. Sin embargo, después de unos meses, ves que no está funcionando bien, otros proyectos en el mercado están creciendo mejor y el equipo está muy retrasado con el próximo desarrollo del producto. Aun así, decides mantener esas monedas.
¿Por qué no simplemente vendemos y buscamos otras oportunidades?
¿Alguna vez fuiste un “bagholder”? Probablemente hayas pasado por esto…
La falacia del costo hundido vuelve a “ganar”, porque nos hace considerar más los costos ya incurridos que las oportunidades futuras al tomar decisiones. Nos enfocamos demasiado en los recursos ya invertidos y pasamos por alto otras opciones (como, en muchos casos, vender esa altcoin y cambiarla por bitcoin sería una mejor decisión). Detrás de este fenómeno está nuestro comportamiento irracional, ya que solemos estar demasiado influenciados por las emociones. Esta falacia también está estrechamente relacionada con el sesgo de compromiso y la aversión a la pérdida, algo que cualquier inversor en criptomonedas o en cualquier campo de inversión probablemente haya experimentado.
¿Qué podemos aprender de esto?
Pongamos mi experiencia como ejemplo. Cuando @0xBobdbldr me contactó e invitó a unirme a él para hacer algo completamente diferente en el mundo DeFi, yo ya trabajaba a tiempo parcial en cripto, pero seguía ejerciendo la medicina. Estaba en una encrucijada: ¿debería dedicarme a tiempo completo al mundo cripto? Para mí, DeFi era una oportunidad única de participar en una etapa temprana, generar impacto y, lo más importante, cambiar mi vida y la de otros. Esta decisión se basó en los beneficios futuros y, al evitar el sesgo de compromiso, me ayudó a superar mis luchas internas.
Está perfectamente bien dejar atrás el pasado. Algunas cosas son irreversibles y pueden haber costado mucho, pero los beneficios potenciales de otra opción pueden superar con creces aquello a lo que te aferras. Como mencioné antes, esto puede ser un trabajo, un evento próximo o incluso una inversión que ya realizaste.
-
Aceptá y aprendé: puede que hayas cometido errores, tomado malas decisiones o simplemente haya una alternativa mejor esperándote. Abrazar el cambio y dejar atrás los costos irrecuperables es algo grandioso.
-
Intentá pensar racionalmente, no solo emocionalmente, especialmente en decisiones de inversión.
-
Enfocate en los beneficios futuros, ya sea una nueva oportunidad de inversión o una nueva carrera que te espera, y respaldá tus decisiones con datos e indicadores.
Me gustan quienes hacen esta pregunta: “Si vendieras tus posiciones hoy, ¿las volverías a comprar mañana?” Creo que en muchos casos, ¡la respuesta sería no!
